El Acoso Escolar: Encuadre Normativo y Nuevas Visiones de Intervención (II)

El acoso no incluye todas las conductas que distorsionan la vida cotidiana de los iguales en las aulas. En efecto, en principio, para que exista acoso, tienen que unirse tres premisas: intención de hacer daño, físico o psicológico, reiteración de las conductas y desequilibrio de poder.

El acoso se puede llevar a cabo de distintas formas: por exclusión, por agresión verbal, directa (insultos) o indirecta (poner motes, sembrar rumores dañinos…), por agresión física directa (pegar) o indirecta (esconder, robar o dañar propiedades ajenas), por intimidación (amenaza o chantaje), como acoso o abuso sexual o como ciberacoso (Cyberbullying)

Para evitar llegar a estas situaciones que desestabilizan la convivencia escolar repercutiendo en todos sus agentes implicados, especialmente en el acosado y en el acosador, debemos instaurar en el contexto escolar una serie de medidas preventivas que, en mi opinión, deberían estar contempladas en la normativa educativa como de obligado cumplimiento, siendo esta menos generalista y especificando que las medidas preventivas deberían ser multicontextuales, sistemáticas, proactivas y evaluables.

Si nos planteamos como objetivo general, prevenir y detectar situaciones de acoso entre iguales en los centros docentes antes de que lleguen a convertirse en un problema, a veces dramático, deberíamos tener en cuenta que toda intervención debe guiarse por una serie de  principios:

• Debe ser global, dirigida a todos los contextos relacionados.
• Los protagonistas principales y “actores” deben ser los propios alumnos.
• Las acciones no pueden ser aisladas y puntuales sino integradas en la dinámica de los distintos contextos relacionados (educativo y familiar).
• La coordinación, la sistematización y la evaluación son esenciales.

Para ello, nos debemos plantear los siguientes objetivos concretos:

• Identificar situaciones de acoso escolar.
• Conocer los mecanismos que mantienen la situación de acoso.
• Generar alternativas de solución y desarrollar estrategias efectivas para llevarlas a cabo.
• Llegar a todas las partes implicadas: testigos silenciosos, compañeros, cómplices, agresores, víctima, padres y profesores.
• Aumentar la empatía hacia la víctima.
• Crear una red de apoyo social hacia la víctima.
• Mejorar la convivencia general en el centro.

En este punto presento “P.A.C.E” (Proyecto de Apoyo a la Convivencia Escolar), como proyecto general que debe ser contextualizado en cada Centro Educativo. En este Proyecto son relevantes las actuaciones con toda la Comunidad Educativa

1.- Planteamiento de objetivos y actuaciones con los profesores y el Centro:

• Conseguir su implicación activa.
• Formar en convivencia y mediación, aplicando en un primer momento un “DAFO”

(Debilidades, Amenazas, Fortalezas y Oportunidades) individual y otro de equipo.

• Dar estrategias de actuación, de implantación “natural” en la dinámica escolar.
• Insertar en el proyecto anual actuaciones concretas y funcionales de apoyo a la convivencia en todos los niveles educativos.
• Crear la figura del “profesor PACE” (profesores con formación específica en habilidades negociativas y realizará funciones de coordinación)
• Realizar un screening inicial a todos los grupos. Detección en los grupos de alumnos “alerta”.
• Incorporación en la web del colegio del proyecto de convivencia y creación del “buzón virtual”
• Favorecer y potenciar reuniones de coordinación entre el equipo externo (PACE) y profesorado  para realizar los protocolos de actuación de la Figura “Alumno PACE”.

2.- Planteamiento de objetivos y actuaciones con el alumnado:

• Formar sobre contenidos relacionados.
• Concienciar sobre la importancia de su implicación activa. (En muchos casos se da la “ley del silencio”, existiendo estigma o miedo a difundirlo, posicionándose de manera pasiva frente al mismo).
• Creación de la figura de “Alumno PACE”( perfil de alumno prosocial y líder positivo)

3.- Planteamiento de objetivos y actuaciones con las familias:

• Formar sobre contenidos relacionados con la convivencia escolar, aplicando en un primer momento un cuestionario “DAFO”.
• Concienciar sobre su implicación activa.

La “UNIDAD DE CONVIVENCIA” debería estar incluida en el Consejo Escolar del Centro, con las funciones de:

• Detectar y trasladar situaciones problemáticas o demandas surgidas en materia de violencia que se puedan producir.
• Coordinar acciones a llevar a cabo en el Centro.
• Participar en espacios de coordinación con el equipo PACE
• Evaluar y realizar el seguimiento del Programa.
• Realizar propuestas.

4.- Planteamiento de objetivos y actuaciones con el municipio (entorno cercano):

• Coordinar actuaciones eficaces, relacionadas con la prevención de la Convivencia escolar que repercutan directamente en la Comunidad educativa.
• Creación de la figura del “responsable municipal PACE”

En definitiva, la prevención es la nueva visión de la intervención en materia de acoso escolar. Todos los estudiantes tienen el derecho de desarrollarse en un entorno escolar saludable y seguro, en el que sean aceptados como son y  que ofrezca la posibilidad de unas relaciones encauzadas de forma cooperativa para desarrollar todos sus  potenciales cognitivos y prosociales.

Publicado en: http://www.fundacionmasquederecho.org/el-acoso-escolar-encuadre-normativo-y-nuevas-visiones-de-intervencion-ii-2/